🍄 Confirmado! Salamanca ya puede ser óptima para el cultivo de trufas ✔

Como bien sabemos los amantes de las trufas para poder llevar a cabo su cultivo se necesita un tipo de suelo muy específico para concluir con éxito su producción.

Por ejemplo, se necesita de un suelo grumoso, descartando aquellos suelos que son arcillosos y siendo los suelos de color claro lo más idóneos para el cultivo de las trufas por la presencia de caliza activa. En cuanto a la materia orgánica ideal para la reproducción de trufas debe estar entre un 3% y un 8% sin que, en ningún caso, se supere esta última cifra. Por otro lado, aquellos suelos que presentan demasiada acidez o presencia de sal, sílice o yeso también son factores desfavorables para el cultivo de la trufa.

Además, se debe tener en cuenta también el pH del suelo para cultivar trufas, los niveles deben estar entre 7,5 y 8, extendiéndose como máximo hasta el 8,5.

Aunque, por supuesto, afectan muchísimos más factores, los datos antes comentados son una pequeña pincelada de lo necesario para conseguir un suelo óptimo para el cultivo de las trufas.

Como podemos comprobar, se trata de un suelo muy específico y, si lo extendemos a todo el territorio español, rápidamente nos daremos cuenta que, por las cualidades de los diferentes terrenos que se extienden a lo largo y ancho de nuestro mapa, no todos los suelos son válidos para el cultivo de trufas.

Toda esta introducción viene en relación a una reciente noticia que indica que, contra todo pronóstico, se ha descubierto que en Salamanca se puede llegar a recoger trufas negras.

Esta noticia salta tras una larga investigación por parte de la Universidad de Salamanca que ha determinado la posibilidad de, en algunos puntos de la provincia de Salamanca, producir trufa negra a pesar de que, en un principio, se trataba de una zona desfavorable para este uso.

La investigación se ha llevado a cabo en una explotación de Aldearrubia consiguiendo una fructificación sin la necesidad de recurrir a muchas acciones externas, no recurriendo a dotar el suelo con más concentración caliza y basándose tan solo en encontrar un suelo con un pH por encima del 7,5.

El proceso de plantación se ha reducido a dos grupos de tres encinas y un proceso de riego de mantenimiento y poda en la zona de Aldearrubia hace ya 10 años.

En este 2015 han podido recoger los frutos del experimento que el peso en total de las trufas recogidas asciende ya a más de un kilo, esto se traduce entre 500 y 1000€ de valor en el mercado.