Cada año se produce una media de entre 200 y 400 intoxicaciones por ingerir setas

Cada vez hay más afición a salir a buscar setas, y esto es genial. Pero, sabemos que disfrutar de esta actividad, conlleva un riesgo, que podemos evitar con los conocimientos necesarios. Nos estamos refiriendo a ingerir hongos tóxicos de manera accidental. No es una cuestión nimia. Cada año se calcula que entre 200 y 400 personas tienen que acudir a las urgencias por intoxicaciones producidas por consumir las que no debemos, según la Revista  Clínica Española.

Aunque su número podría ser mucho mayor. Lo que ocurre que en la mayoría de los casos los síntomas son leves, y no precisan para curarse de ir a los servicios sanitarios.

Pero, por desgracia, en determinadas ocasiones, dependiendo de la variedad consumido puede causar la muerte del sujeto. De hecho, tan sólo entre el 0,2% y el 0,3%  de las intoxicaciones son graves y peligrosas.

La Amanita phalloides, una de las más peligrosas

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Según se recoge en esta información médica, de las 5.000 variedades existentes tan sólo son tóxicas un centenar. Entre ellas, quizás la más conocida es la Amanita phalloides. Es más,  se estima que este tipo  es la  responsable del 2% al 10% de todas las intoxicaciones por setas, y de más del 90% de las mortales.

La razón para ello es la cantidad de veneno que contiene. Para hacernos idea, resulta mortal para un adulto en dosis de 0,1 mg/kg. Y un solo ejemplar de entre 20 a 25 gramos posee de 5 a 8 mg de amatoxina.

Amanita-phalloides

¿Cómo actúa?

Ya sabemos que un solo bocado de Amanita phalloides nos puede traer un buen susto. Pero, cómo actúa la amatoxina, la sustancia tóxica responsable de la intoxicación. En la Revista Clínica Española nos lo explican.

Son cuatro fases. La primera de ellas, es la incubación. No presenta ningún síntoma, y suele durar entre 8 y 12 horas. A continuación, ya se notan las primeras molestias. Es la llamada fase instestinal. Los primeros síntomas aparecen antes de las 24 horas  tras la ingestión: dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea en ocasiones sanguinolentas y fiebre. En la tercera se siente una mejoría aparente, pero, no real. Y en la última fase, que se produce entre el tercer y cuarto día, el estado general empeora, y directamente peligra la vida del intoxicado. Se produce un fallo hepático que podría ocasionar el fallecimiento del enfermo.

Y si mejora el paciente al quinto día, hay esperanza para su curación. Dependerá de factores como la cantidad ingerida o la precocidad en el tratamiento. Incluso, se puede plantear la posibilidad de un trasplante hepático.

Otros setas venenosas

Pero, la Amanita phalloides, no es la única. Entre las setas tóxicas más frecuentes se encuentran la cicuta u oronja blanca, la amanita maloliente, la falsa colmenilla, la matamoscas, junquillea o el níscalo falso. Por eso, nuestra mejor arma es el conocimiento, como dice la Universidad de Almería, preguntar a un experto y como complemento una buena guía de consulta. Y si aún te quedan dudas, lo mejor es no consumirla.

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