Al monte con cesta de mimbre
Con la llegada del otoño, con sus temperaturas más frescas y con los montes cargados de humedad de las últimas lluvias, las setas y hongos empiezan a aparecer en nuestros montes y prados.
Para muchos aficionados es ya una tradición realizar salidas a los montes cercanos y no tan cercanos en busca de nuestras setas preferidas, níscalos, boletus, negrillas, rebozuelos, … Pero de un tiempo a esta parte esta afición ha ido en aumento y no es raro encontrar grupos de personas recolectando setas cualquier fin de semana de otoño.
En muchas ocasiones hemos encontrado personas en el monte lleno y algunos de ellos llevaban bolsas de plástico en lugar de cestas de mimbre o de castaño aptas para la recolección.
Uno de los accesorios imprescindibles en la equipación de todo buen setero, aparte de una navaja especial para recolectar setas y una buena guía de identificación es una cesta de mimbre o fibra natural o en su defecto con un tejido de red.
Por qué es recomendable utilizar una cesta de mimbre o de castaño?
- Permiten la transpiración natural de las setas y su conservación una vez recolectadas. No olvidemos que las setas están compuestas de casi un 90% de agua y por lo tanto necesitan transpirar. Por el contrario, las cestas de plástico no permiten dicha transpiración, acelerando la degradación de las setas, pudiendo volverse indigestas en algunos casos
- La fibra de mimbre o de castaño, y también los tejidos de red, permiten que, mientras seguimos buscando setas y hongos comestibles por el monte, las setas recolectadas continúen esparciendo esporas, ayudando así a la expansión de las especies recolectadas. Obviamente una bolsa de plástico es completamente estanca por lo que al llegar a casa tendremos un montón de esporas mezcladas y trozos de setas rotas y en mal estado.
Las setas van más protegidas
- La rigidez de una cesta de mimbre o de castaño, hace que las setas estén más protegidas y lleguen en mejores condiciones. Es recomendable escoger una cesta de setas, de mimbre o de castaño, con la base lo más plana posible. De esta manera las setas y los hongos recolectados no se amontonan y están más protegidos. Las bolsas de plástico, al no ser rígidas hace que las setas se rompan y se mezclen. Al llegar a casa es más que probable que las únicas las setas que te puedas comer sean las del supermercado. Las del monte las habrás tenido que tirar todas.
En La Casa de las Setas podrás encontrar una gran variedad de cestas para setas. Tanto de mimbre como de castaño, están especialmente indicadas para la recolección de setas.
Disponemos también de bolsas, mallas y cestas plegables. A pesar de no ser ni de mimbre ni de castaño, están diseñadas para permitir la aireación y dispersión de las esporas. Además, al ser plegables caben en cualquier hueco del coche, en la mochila, …
Nos vemos en el monte, ¡pero con cesta!
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