Lactarius deliciosus, el agitador del bosque

El Lactarius deliciosus, también conocido como níscalo, mizclo o rovelló, es una de las setas más apreciadas y buscadas por los amantes de la micología. Te lo contamos.

Su llamativo sombrero de color naranja, sus láminas anaranjadas que pueden mancharse de verde y su carne granulosa y compacta lo convierten en un deleite para los sentidos. No es de extrañar que el Níscalo sea considerado un excelente comestible y sea muy buscado en los pinares de nuestros montes.

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¿Cómo reconocer Lactarius deliciosus o robellón?

El sombrero del Níscalo tiene un diámetro que varía entre 5 y 15 cm llegando incluso a 20 cm en algunos ejemplares. Al principio es convexo, luego se extiende y finalmente se deprime, adquiriendo una forma característica.

Su cutícula es lisa y de un vibrante color naranja, con zonas rojizas que le dan un aspecto aún más llamativo. En ocasiones, si se producen heridas, puede mancharse de verde, lo que le añade un toque de singularidad.

Las láminas del Níscalo son decurrentes y tienen un color anaranjado que también puede mancharse de verde.

La esporada es de un tono blanco crema.

El pie de esta seta es corto y cilíndrico, de color blanco con pequeñas depresiones de un llamativo naranja vivo.

La carne del Níscalo es granulosa y compacta, de un tono blanquecino hacia el centro y de un intenso color naranja en la periferia.

Una de las características clave del Níscalo es la presencia de látex anaranjado-rojizo que se desprende al herir las láminas o la carne de la seta. Esta característica ayuda en su identificación.

¿Cuándo podemos encontrar Lactarius deliciosus?

En cuanto a su aparición, el Níscalo se puede encontrar desde finales de verano hasta finales de otoño. Es en esta época cuando los seteros aficionados y expertos se aventuran en los pinares en busca de esta deliciosa especie.

Para aquellos que se inician en el mundo de la recolección de setas, el Níscalo es una opción ideal, ya que es muy fácil de identificar. Además, suele ser muy abundante en los pinares , lo que lo convierte en un objetivo accesible para los seteros principiantes.

Otras especies de níscalos comestibles

Es importante mencionar que existen otras especies de Níscalos comestibles, como el Lactarius sanguifluus, el Lactarius vinosus y el Lactarius quieticolor. Cada una de estas especies tiene sus propias características distintivas y hábitats preferidos, lo que añade aún más diversidad al mundo de las setas comestibles.

¿Puedo confundir lactarius deliciosus con otras setas tóxicas?

Es fundamental tener en cuenta las confusiones que pueden surgir al recolectar el níscalo. En ocasiones, puede confundirse con otras especies de lactarios, como el Lactarius chrysorreheus. Sin embargo, el látex blanco y luego amarillo de esta especie lo distingue claramente de las especies comestibles. Además, el Lactarius chrysorreheus se encuentra en encinares, no en pinares, que son el hábitat principal de las especies comestibles de Níscalo en la Sierra.

¿Dónde encontrar lactarius deliciosus?

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No pierdas la oportunidad de saborear los exquisitos Níscalos y adentrarte en la emocionante experiencia de cultivar tus propias setas. Visita La Casa de las Setas y adquiere todo lo necesario para disfrutar de esta maravillosa especie en tus platos culinarios. ¡Sumérgete en el mundo de las setas y descubre todo lo que el Níscalo tiene para ofrecerte!

Lactarius deliciosus, fuente de fibra y nutrientes

Las setas, como el Níscalo, son verdaderos tesoros de la naturaleza, no solo por su exquisito sabor y textura, sino también por su impresionante valor nutricional. Estos hongos son una fuente de nutrientes y sustancias beneficiosas para nuestro organismo.

Una de las características destacadas de las setas es su bajo contenido calórico. Por ejemplo, el Níscalo contiene solo 14 kcal por cada 100 g de porción comestible, gracias a su alto contenido de agua. Esto hace que sean una opción perfecta para aquellos que buscan mantener una alimentación equilibrada y saludable.

Lactarius deliciosus, excelentes productores de vitamina D

Además, las setas, incluido el Níscalo, contienen ergosterol, una sustancia presente en los tejidos vegetales que puede convertirse en vitamina D. La exposición al sol desencadena la transformación del ergosterol en provitamina D2, y luego en formas activas de vitamina D en nuestro organismo, especialmente en los riñones. Esta vitamina desempeña un papel crucial en la absorción de calcio y fósforo, contribuyendo así a la mineralización de huesos y dientes.

Las setas también son una fuente notable de fibra, hierro, niacina y vitamina A. La fibra presente en las setas favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo y ayuda a mantener un peso saludable. El hierro, aunque su absorción puede ser algo limitada debido a la presencia de fibra, sigue siendo importante para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo. La niacina, por su parte, desempeña un papel esencial en el metabolismo energético y en el funcionamiento adecuado del sistema nervioso. Por último, la vitamina A, presente en forma de equivalente de retinol, es esencial para la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico.

Además de estos nutrientes esenciales, las setas también contienen minerales como potasio, selenio y magnesio, aunque en cantidades más bajas. Estos minerales desempeñan funciones vitales en nuestro organismo, como el mantenimiento de la salud cardiovascular, la regulación de la presión arterial y el apoyo al sistema inmunológico.

Fotografias de Lactarius deliciosus, pinetell

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En resumen, el níscalo es una verdadera joya nutricional. No solo nos deleita con su sabor y versatilidad en la cocina, sino que también nos brinda una variedad de nutrientes esenciales y sustancias beneficiosas para nuestro bienestar. Aprovecha todas las propiedades que nos ofrecen las setas, y recuerda que La Casa de las Setas es el lugar ideal para encontrar productos relacionados con las setas y todo lo necesario para recolectar, cultivar y degustar níscalos. ¿A qué esperas para visitar nuestra tienda?

¡Salud y níscalos!