El modo de vida de las setas

Las setas y los hongos se dividen en tres grupos atendiendo a su modo de vida: setas simbióticas, que viven en simbiosis con los arboles (micorrízicas); las setas saprófitas, que descomponen la materia vegetal o animal muerta; y las setas parásitas, que atacan a las plantas vivas hasta que logran matarlas. El conocimiento de la vida de las setas y los hongos ayuda de manera significativa a la identificación de la especie, ya que muchas especies de setas aparecen sólo debajo o cerca de ciertos árboles. Por ejemplo, Leccinum scabrum se encuentra casi exclusivamente cerca de los abedules, Leccinum quercinum debajo de los robles, y el hongo yesquero adherido a hayas y robles muertos o enfermos.

Simbióticas

Las setas simbióticas llevan a cabo una simbiosis con ciertas especies de arboles, en la que la raiz del árbol y el micelio realizan un intercambio de sustancias vitales para beneficio de ambas partes. Numerosas setas comestibles apreciadas, así como casi todos los boletus, las rússulas y los lactarios, pertenecen a esta categoría. Muchas aparecen exclusivamente bajo una única especie de árbol y otras realizan un intercambio simbiótico con más de una especie.

Saprófitas

Los saprófitos habitan la materia orgánica muerta, así como los restos vegetales y madera muerta, o los restos de animales. La Naturaleza moriria asfixiada por sus propios desechos si no existieran estos bongos ni las bacterias descomponedoras. Un ejemplo especialmente ilustrativo de este modo de vida son los frecuentes hongos Panaeolus, como Panaeolina foenisecii y Anellaria semiovata que crecen en prados muy abonados o sobre boñigas.

Parásitas

Los parásitos sustraen de un ser vivo los nutrientes que necesitan para vivir. Los alojadores de estas setas son, sobre todo, los árboles vivos, a los que ocasionan daños y, a veces, incluso la muerte. Por ello, para la identificación de parásitos es importante observar si la seta crece sobre madera viva o sobre madera muerta. Muchos parásitos como Heterobasidion annosum son parásitos muy temidos en los bosques.

Los corros de setas

Ciertas especies como el pie azul o la seta perrechico suelen constituir lo que se conoce como "corros ", innumerables carpóforos que crecen muy juntos en forma de círculos más o menos cerrados. En la antigüedad se pensaba que estos fenómenos naturales eran lugares para la reunión. La explicación a este fenómeno se encuentra en la forma en que crece el micelio, que se extiende desde un punto de origen en todas las direcciones y forma el carpóforo fuera del borde de crecimiento.

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