Consejos para disfrutar aún más del sabor de las setas

Disfrutar del sabor de las setas es un verdadero placer, de esto no hay duda. Las podemos cocinar de miles de formas distintas, y todas están ricas. Pero, podemos aún más mejorar su estupendo sabor, y es muy fácil. Por eso, os proponemos estos sencillos consejos para poder trabajar con ellas en la cocina y que nuestros platos nos queden de diez, y no nos llevemos ningún susto innecesario.

1. En caso de que las probemos por primera vez,  se recomienda que se guarden varios ejemplares en la nevera. La razón es simple, porque en caso de intoxicación para que  las autoridades sanitarias puedan identificarlas sin dificultades, y así poder combatir nuestra dolencia.

2. Nunca hagas caso de los trucos caseros para identificarlas, lo mejor para salir a buscar setas es ir acompañado por un experto, pero si no es posible consulta las distintas guías que hay en el mercado, incluso, aplicaciones móviles que nos ayudan a saber cual es el tipo de seta que tenemos delante. Acude a las  conferencias y jornadas micológicas que puedas. Incluso, hay ayuntamientos como el de Bilbao que tienen un servicio para que vayas con tus ejemplares y te digan si son comestibles o no.

Es más, desde que se pusiera en marcha en esta temporada hasta el pasado 19 de octubre, hasta el 30% de las setas analizadas eran tóxicas. Y por supuesto, en caso de duda nunca las consumas.

3. Consumirlas con moderación. Como todo en la vida, los excesos son malos. Nos referimos a que las setas pueden llegar a ser algo indigestas por su alto contenido en fibra, por eso, lo suyo es comer una cantidad moderada, nada de atracones.

4. Mejor cocinadas que crudas.  Las setas cocinadas son más ligeras para hacer la digestión, aunque, hay algunas variedades, como el Boletus que pueden ser degustadas ligeramente aliñadas.

5.Si las compramos hay que consumirlas rápido. Hay que conservarlas en un lugar fresco y sin plásticos para no favorecer su fermentación.

6.  Existen distintas maneras de conservarlas, entre ellas, la congelación. Si optas por ella, siempre es mejor que estén previamente cocinadas como te apetezca.

7. Antes de cocinarlas, hay que lavarlas y limpiarlas adecuadamente. Si son naturales, recién cogidas del monte tienen tierra que tenemos que eliminar. Usaremos la menor cantidad posible de agua para que no pierdan parte de su sabor. Podemos ayudarnos de un paño y un cepillo de cerdas muy suaves.  Cortaremos finalmente el pie y, en caso de que la piel del sombrero sea viscosa, también, podemos quitarlo.

8. En cuanto a sus compañeros de plato, prácticamente se pueden tomar con cualquier ingrediente. Es una cuestión de gustos. Desde  mariscos, carnes pescados, jamón ibérico o frutos secos. Aunque, quizás, si hay alguien con el que no  se lleva muy bien es el pimiento rojo por sus matices más dulces, pero, insistimos, para gustos los colores.

9.  No aromatizarlas o cocinarlas en exceso. Están tan ricas y huelen tan bien que es un error emplear en la elaboración de las recetas demasiadas especias y cocinarlas en demasía, porque matamos su sabor y aroma.

10. Finalmente, podemos armonizarlas con vino, desde tintos a blancos, y en especial, los más recomendables son los vinos de jerez.

Si tienes otro truco, anímate a compartirlo con nosotros. Te esperamos.

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