Consejos interesantes sobre las setas comestibles deshidratadas y cómo conservarlas.

No hace mucho tiempo, para la mayoría de las personas el uso de setas comestibles resultaba ser algo completamente desconocido en la cocina, ya que había cierto desconocimiento sobre el tema, y la cocina española estaba muy limitada con respecto al consumo de muy pocas especies y sólo se hacía uso de hongos comestibles en recetas muy tradicionales.

Sin embargo, en los últimos años esta situación ha dado un vuelco espectacular. Particularmente en el último cuarto de siglo, a través de diversas sociedades micológicas y de sus actividades formativas, se ha abierto una gran oportunidad para estudiar y conocer los aspectos científicos y gastronómicos del mundo de los hongos. Además también se ha podido ejercitar nuestros sentidos organolépticos, paladeando la peculiaridad y diversidad de texturas, aromas y sabores, de los muchísimos hongos silvestres que nos ofrece cada estación del año.

Una de las cosas que más ha cambiado tiene que ver con la seguridad alimentaria y la continuidad comercial de las setas que era algo que no se evidenciaba en años anteriores, y que en la actualidad permiten que la utilización de los hongos tenga un lugar prominente en la cocina de muchísimos hogares existiendo una oferta muy variada y creativa en los mejores restaurantes de toda la Península Ibérica.

Una de las claves que ha convertido en una hermosa realidad lo anterior mencionado, tiene que ver con el desarrollo de fórmulas de conservación que han permitido al hombre poder disponer de hongos durante todo el año. Al igual que nos sorprende como la tierra hace crecer espontáneamente las setas, de un momento a otro las mismas desaparecen al corto tiempo sin dejar ningún rastro. Con las fórmulas de conservación que ejercitando su imaginación el hombre ha podido desarrollar, ha conseguido romper su estacionalidad permitiendo que podamos contar en nuestra mesa con setas comestibles realmente deliciosas durante todo el año.

Para la conservación de las setas comestibles existen diversas formas, de entre las cuales la más recomendable es el desecado que, aunque se pierde algo de textura si se compara con el fresco, también es cierto que gana mucho en aroma y sabor, y además que es de fácil manipulación, y su conservación es más sencilla y de duración más prolongada. Generalmente, el consumo preferente de los hongos deshidratados está entre los dos o tres años, sin embargo las setas comestibles totalmente desecada y guardada en un bote hermético pueden durar incluso más tiempo que eso.

También un consejo interesante para la conservación de las setas comestibles tiene que ver con el mejor lugar para guardar las setas secas, o setas deshidratadas, que debe ser preferiblemente un lugar protegido de la humedad y de los insectos, que son los dos grandes enemigos de las setas comestibles. Puedes elegir el armario que normalmente usas para las especias.

Es bueno que tomemos en cuenta estos consejos, para que las setas deshidratadas puedan durar mucho más tiempo, y podamos conservarlas en su mejor estado, para así disfrutar de una excelente comida. Un dato curioso, es que 1 g de hongos desecados equivale a 10 g de hongos frescos y también tiene muchísimo más sabor. Resulta entonces una buena forma de cocinarlos y mucho más económica de lo que se piensa.

La cocina de las setas comestibles y particularmente de hongos desecados es muy sana y aceptada con entusiasmo en dietas vegetarianas. Además de esto, contar con setas comestibles deshidratadas, supone disponer de todo el año de un condimento gastronómico que, por su dificultad a dañarse en el transcurso del tiempo sin el uso de conservantes sanitarios, lo hace un alimento completamente sano, delicioso, y que de seguro si los usamos con creatividad podremos tener platos que impresionen a nuestros comensales.

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